domingo, 25 de diciembre de 2016

EL ÁNIMA DE MÁXIMO PÉREZ

Máximo Pérez vivió hasta 1966. Fue uno de los pobladores fundadores del pueblo de Yalagüina. De 1962 a 1964, fue alcalde del municipio. Persona muy seria y padre de la honradez. Su esposa doña Martina Merlo ( mi madrina ) se encargaba de limpiar la iglesia, lavar y planchar la ropa de las imágenes. Señora muy enojada, cocinaba el arroz con tomatito silvestres y le quedaba tan rico que no me he vuelto a comer un arroz tan rico como el qu hacía doña Martina Merlo. El Profesor Marcos Alfaro y José Luis Quintanilla, “ El Bauzán” les encantaba ir a a comer arroz donde doña Martina. Sin embargo, este reportaje, está vinculado con la memoria de Máximo Pérez.
Él y su esposa - doña Martina Merlo - eran muy dedicados a la iglesia. Como señalaba al principio doña Martina vivía muy pendiente del cuido de la iglesia y mu marido don Máximo Pérez era la persona que se encargaba de tocar las campanas para la misa y los entierros. Siempre él tocaba la campana los domingos en la mañanita. El día de su novenario, domingo por cierto, pasó una cosa muy curiosa en el pueblo. A las cinco las campanas tocaban doble de entierro. La gente asustada se apostó alrededor de la torre y vieron que las campanas se movían tocando dobles de muerte, pero  lo curioso es que no vieron a ninguna persona tocando las campanas. De inmediato los feligreses y curiosos empezaron a rezar por el alma de Máximo Pérez. En la noche , propiamente a la hora de las ánimas las campanas volvieron a sonar, pero llamando a misa. Después de esta noche, el alma de Máximo Pérez no volvió aparecer. (Autor: Prof.  Manuel Guzmán Centeno)

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