lunes, 30 de enero de 2017

LA LEYENDA DE “LA CUEVA DEL DUENDE”



¿QUE SON LOS DUENDES?
Los duendes son criaturas mitológicas fantásticas de forma humanoide pero del tamaño de un niño pequeño que están presentes en el folclore de muchas culturas. La etimología de su nombre proviene de la expresión "duen de casa" o "dueño de casa", por el carácter entrometido de los duendes al "apoderarse" de los hogares y encantarlos.

DESCRIPCIÓN DE LA CUEVA
Antes de entrar a ella, se camina sobre una plancha de piedra de 10 metros de largo y 2 de ancho. Se baja por unas escalinatas, sirviendo de techo una piedra enorme de superficie plana con espesor de 2 metros. Después de la puerta de entrada de la primera cueva, se avanza más o menos 10 metros en zigzag para llegar a la puerta de entrada de la otra cueva que conduce a un subterráneo muy peligroso que era el lugar donde vivía el Duende, según los ancestros de estas localidades.
Algunos ancianos del lugar (fallecidos hace muchos años) que se atrevieron a entrar contaban que en la segunda cueva en un espacio amplio existía una mesa, una espada y un cajoncito, pero todos estos objetos eran de pura piedra y no se atrevieron a sacarlo por el peso y el miedo. Cuentan que unos ciudadanos panameños en excursión visitaron la cueva y se metieron a este subterráneo y ellos mismos explicaban que vieron tierra muy rojiza y no siguieron avanzando por temor. El caso es que la profundidad de la segunda cueva no ha sido descubierta.

RELATOS SOBRE EL DUENDE
Tomás Amador, originario de Yalagüina, residente en Somoto:
Don Tomás manifiesta que su hermano Pablo Amador andaba solo   cortando leña en el cerro donde está la cueva y al ver un hombrecito vestido de rojo carcajeándose, salió en estampida y fue perseguido hasta el camino real.            
A su mamá también le salió el Duende. Don Tomás cuenta que ella se levantaba de madrugada a moler el maíz en piedra para hacer las tortillas. Expresa: “ella era valiente, pero una madrugada llegó espantada donde dormíamos a decirnos que del solar estaban tirando arena, escuchándose unas risas como de niño”.
Otros ancianos del lugar comentaban que el duende estaba enamorada de la muchacha más bella del lugar.
En su relato al Profesor Manuel Guzmán, le cuenta que para los días de Semana Santa, los jóvenes de la comunidad El Chagüite se juntaban para ir a la primera cueva con guitarras a cantar  y  tomarse unos “traguitos”, atraídos por el silencio del lugar y lo que contaban sus abuelos acerca de la misma. Cuenta también que en cierta ocasión vieron un cofre, una mesa con flores y frutas extrañas lo que les espantó, pero cuando regresaron con más gente de la comunidad nada de lo que habían visto estaba. Esto les hizo quedar como mentirosos, pero están seguros de lo que habían presenciado, no volvieron a ir más al lugar. 

DE REFUGIO PARA MILITARES
Cuentan que esta cueva además de haber sido presuntamente la casa del duende, también fue lugar donde algunos sandinistas, en la guerra contra Somoza, descansaban y guardaban armas, entre ellos Glenda Zavala, Rudy Zavala y otros guerrilleros. En la guerra de los ochenta, la contra también utilizó esta cueva como refugio.

La “Cueva del Duende” ubicada en la finca del estadounidense Mathew, entre Trapichito y el Chagüite.

Tomado en parte, del relato que le hizo Don Tomás Amador al profesor Manuel Guzmán Centeno.

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