viernes, 28 de septiembre de 2018

La historia de las rosquillas de Yalagüina


Cada pueblo tiene su actividad que lo Identifica, y en este sentido a Somoto lo identifica sus rosquillas, a Jalapa su tabaco, a Pueblo Nuevo sus Montucas, a Palacagüina, el béisbol y a Yalagüina sus rosquillas; fuerte competidor de Somoto en cuanto a su calidad. Obviamente que esta historia, será a los pobladores de Yalagüina a quienes más les interesará, porque son los que conocieron o conocen a varios de sus ascendientes abuelos, padres que se dedicaron a esta actividad industrial.

Allá por los años cincuenta y sesenta, las primeras rosquilleras de este pueblo fueron: Ramona Pérez (madre de Rodolfo Cruz) Carmen Alfaro (madre de Leonor Alfaro) Lolita Pérez. Todas ya fallecieron. Sus hornadas eran de una arroba, y las vendían en el mismo municipio, ellas mismas hacían). En esos tiempos, una rosquilla costaba cinco centavos. Como en el pueblo no existían molinos, movidos por electricidad, porque no existía servicio de energía eléctrica, la harina la molían en las máquinas corona, sujetas a un saque que tenía el molendero, y después la repasaban en piedras. Estas fueron las pioneras que les enseñaron todas las hacedoras de rosquillas que después se convirtieron expertas. Subrayo que varias hacedoras de rosquillas han sido llevadas a Honduras a enseñar habilidad de hacer rosquillas, con la salvedad que se quedaron viviendo en este país porque encontraron pareja. Las rosquillas se hacían de cuajada cocida, conseguida en el mismo municipio.
En esos tiempos (años cincuenta) la leña se conseguía en el mismo municipio, no era necesario traerla de los aserríos de Ocotal. La carga de burusca costaba dos y tres córdobas, dependiendo de la cantidad de leña.    
En Yalagüina se dedicaron bastante a esta actividad de acarrear y vender leña a las hornadoras: Manuelito Amador, Martín Gómez, Silvo Gómez, Juan José Vallecillo, Hernán Cruz, Paulino Gómez, todos éstos aún viven. Los lugares donde iban a traer la leña: el cerro Zonzapote, el cerro público, el Guaylo y la Muta, al cerro San Bartolo ni se asomaban por los espantos.En la década de los setenta, surgieron los primeros talleres de rosquillas, destacándose: Nubia Cruz, Estefanía Canales, Luz Angélica Rosales, Cándida Olivas, Pola Gómez, Carmen Cruz (ya fallecida, esposa de Neptalí Tercero), Beatriz Pérez (madre de la Prof. Rosaura Gómez, Amanda Prado.Ya en esos tiempos, (década del 70 ) la leña la compraban en los aserríos de Ocotal. Los primeros molinos que se instalaron eran de diesel (propietarios, dos señores de Somoto, don Vicente y Alonso, no recordamos, los apellidos) después se instalaron los primeros molinos movidos por electricidad cuyos propietarios fueron Carlos Rosales, fallecido ( papá de los Mac Givern de Yalagüina) José Herrera, fallecido, Rutilio Guzmán, fallecido Mario Morales quien todavía sobrevive gracias a las montucas con sabor a Pueblo Nuevo que le prepara su pareja Dominga Joya.
Doña Delfina Prado, recuerda que tenía de hacedoras a Juanita Pérez, Helia Calderón, Mariela Calderón. Sus horneros: Polo Sánchez, Tomás García, Migdonio Reyes, hornero. Luz Angélica Rosales que tenía de hacedoras a: Isolina González (actual conserje de la escuela urbana), Liliana González, Azucena Rosales. Felipa Casco (madre de Javier Casco, voceador de La Prensa).Doña Estefanía Canales tenía de hacedoras a Miriam Martínez, Yeni Casco, Karla Canales y de horneros Tomás García y Salvador Centeno. Nubia Cruz (70, 80, 90, hasta el 2012) tenía de hacedoras a Clarisa Gómez, Julia Calderón, Virginia Calderón, Teresa Rosales, Blanca Hernández, Anita Canales. Dice Nubia que Anita para estar temprano frente al tablón, llevaba a su niño (Héctor) envuelto en cobijas.Nubia tenía de horneros a: Hernán Cruz, William Centeno.
En la actualidad los talleres de rosquillas más importante son: el de Angelita Salgado ( este taller exporta rosquillas a los Estados Unidos ) Mercedes Canales, Blanca Reyes, Blanca Hernández, Angelita Salgado, Nery Tercero, Amanda Prado, Aracely Reyes Irma Prado, Yanet Prado, Goya Obando, Celina Obando, Aurora Cruz, Prof. Ligia Cruz Cerros, directora del Núcleo Diriangén.
Los propietarios de molinos: Mario Morales, (los trajo en 1985) Alvaro Rosales, doña Veneranda Rosales, Luis Rosales y Adalid Calderón.
Históricamente los talleres de rosquillas en este pueblo se han convertido además de pistas para elaborar estas sabrosas cosas de hornos, en ambientes donde se debaten todo lo que sucede en el pueblo, incluso en estos talleres surgieron varias candidaturas a alcaldes como la de Napoleón Tercero, Toño Blandón y Arlong Salgado y Ezequiel Membreño.Además del pueblo, también existen talleres en las comunidades Salamasí, Los Encuentros, La Esperanza y Samascunda.
Un hecho histórico fue el de doña Valentina Blandón, fallecida hace dos años. Esta ancianita iba a vender rosquillas a Ocotal hasta la edad de 93 años, y no siguió a que las consecuencias de su vejez la postraron en la cama y no se volvió a levantar.Para finalizar vamos a recordar las primeras hacedoras de pan, allá por los años cincuenta y sesenta : Angelina Gómez (sobrevive, es la madre de Aquilino Pérez) Goyita Mairena (madre de Yamilet Mairena ) y Pilar Centeno ( ya fallecida, madre de Manuel Guzmán) y Santos González, murió asesinado en 1974, ( vivía donde queda la Cooperativa de ahorro y crédito, Isabel González (suegra de Arlong Salgado ) Sabina Castellón con sus famosos huevos chimbos.

Texto tomado de la Revista Zonzapote, Edición XXXIX: Autor Prof. Manuel Guzman Centeno.



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