Después del asesinato del general Augusto
C. Sandino el 21 de febrero de 1934, el Jefe Director de la Guardia Nacional,
general Anastasio Somoza García, ordenó reprimir toda presencia sandinista.
Comenzó con la masacre de Wiwilí, donde perecieron hasta mujeres y niños.
Quienes habían pertenecido al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de
Nicaragua fueron perseguidos y muchos asesinados. Sin embargo la resistencia se
mantuvo por años.
Coronel Santos López |
En noviembre de 1937 mataron a traición al general de
División, Pedro Altamirano. En 1947, el coronel Asunción Pulido, se tomó la
mina La India, en un fallido levantamiento contra el régimen somocista, terminó
cuando la Guardia Nacional dejó muchos cadáveres en la cuesta de El Coyol.
Todavía intentó participar en el movimiento del 4 de abril de 1954, pero ya era
Un anciano, tenía relación con Pablo Leal, asesinado por órdenes de Anastasio
Somoza Debayle.
Uno de los más valientes combatientes sandinistas fue el
general Juan Gregorio Colindres, nacido en el poblado de Murra, Nueva Segovia,
en 1890. Luego del asesinato del general Sandino, se refugió en Honduras. En
1948 intentó organizar un movimiento guerrillero, comenzó a operar cerca de
Murra. El 29 de septiembre, en el lugar conocido como La Paz, fue atacado por
una patrulla, al mando del sub teniente Andrés Petterson. Al informar de su
muerte, Un periódico publicó una curiosa foto donde aparece con el general
Ramón Raudales, el coronel Baca y el general Anastasio Somoza García, durante
el periodo de acuerdo de paz en 1933.
Varios de estos viejos combatientes
sandinistas participaron en los movimientos guerrilleros posteriores al triunfo
de la revolución cubana en enero de 1959. Relata Ballardo Altamirano López, que
ellos tuvieron el apoyo del coronel Lázaro Salinas. En el campamento los
jóvenes querían parecer guerrilleros cubanos, como los de la Sierra Maestra,
dejándose crecer la barba, mientras que el coronel todos los días se afeitaba
con una vieja hoja de rasurar, un día los quedo viendo con una sonrisa y les
dijo: "mejor déjense crecer los huevos". Otro fue el viejo Rugama,
manco a causa de un balazo en la lucha del general Sandino, colaboraba en los
campamentos.
Caso especial fueron el general Ramón Raudales y el coronel
Heriberto Reyes, quien con Santos López fue del Coro de Ángeles. En 1958, a los
68 años de edad, el general Raudales, decide encabezar una guerrilla,
acompañado en su inicio por el coronel Reyes, el oficial ex G.N. Julio Alonso
Leclair, Virgilio Godoy H., Adolfo Evertsz, Klaus Kühl Araúz, Aldo Díaz Lacayo,
Adán Aráuz, Efraín Re Huezo, Mario Avilés Sáenz, Harold Martínez Sáenz, Manuel
Baldizón Richarson, Ramón Romero, Julio Velázquez.
El 15 de septiembre penetraron el territorio nicaragüense. Se
dieron varios combates con la Guardia Nacional. El 14 de octubre, se produjo Un
encuentro con la Guardia Nacional, en los llanos de yauli, Jalapa, resultando
gravemente herido el general Raudales, que falleció al anochecer del día 18. Al
coronel Reyes, elementos somocistas, lo asesinaron en enero de 1961, en
Choluteca, Honduras.
Los
combatientes del EDSN, vivieron en Honduras en forma semi-clandestina,
manteniendo comunicación entre ellos por medio de claves. El coronel Santos
López estuvo en Tegucigalpa, trabajando en una fábrica de jabón, propiedad de
los hermanos Toribio y Perfecto Tijerino, nicaragüenses antisomocistas,
originarios de Chinandega. Después se trasladó a San Pedro Sula, donde vivía
completamente aislado, se relacionaban con Santiago Dietrich, uno de los
primeros que inician la lucha con el general Sandino.
Tomado de:
Nicaragua. Asamblea Nacional. Sandino y el niño de Yalaguina/Coordinador Ramón Eduardo Cabrales Arauz--Managua. Asamblea Nacional, 2014. 102 P.
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