La Muta es una comunidad dividida en dos:
la Muta de Totogalpa y la de Yalagüina, conocida también como El Cacao.
Es agradable para el caminante observar el atractivo
ambiente natural, caracterizado por los hermosos árboles de pochote, chaperno
que se ven de techo al camino que conduce a estas dos comunidades: como
maravilloso resulta Ias tres formas distintas de cantar de las palomas "
Ala Blanca,” que surcan el espacio aéreo o el silbido agudo de las palomas
“Azulonas” en las hondonadas, y también el canto ruidoso de las chachalacas en
las serranías, semejante al ambiente bullicioso que predomina en el mercado
Oriental de Managua. Me expresaban Ios lugareños que es emocionante ver al
anochecer los pocoyos como aparecen y desaparecen en los caminos tratando de
asustar al viajante.
Me decían los yalagüinenses Chico Estrada y Monchito Velásquez que ir a la Muta es como viajar al paraíso terrenal, y ellos dejarán de ir a La Muta hasta que se mueran.
La poza de la Muta, exactamente está
ubicada en una propiedad del totogalpeño Reynaldo López, ( q.e.p.d.). El que va
por primera vez a visitar esta poza, le dará miedo porque de entrada se
encontrará con una leyenda que haciendo alusión al joven ahogado, Béymer
Sánchez, se lee su nombre y fecha de su naufragio.
Aparentemente la poza es inofensiva, por su
área de apenas 5 metros de superficie, pero quienes se han zambullido en ella,
aseguran que tiene una profundidad de más de 2 metros. Su agua es muy fría y
sienten----quienes se meten---que una fuerza los jala hacia abajo, quizás ésta
fue la causa que provocó el ahogamiento de dos personas en esta poza . Los
somoteños lo pueden corroborar, preguntándole al Prof. Lito Rivas quien hizo la
prueba . A pesar de estas razones reales, muchos pobladores de La Muta y Yalagüina,
crédulos en misterios y cosas de susto, sostienen que la poza de La Muta, si tiene sus
encantos.
Juan Hernández y Ramón Velásquez ----ambos
de Yalagüina--y Gervacio de La Muta expresan que esta poza tiene tres
misterios: las escalinatas en la base de la roca adjunta a la poza, el sapo de
un tamaño muy exagerado y el pleito de dos toros.
Las escalinatas o gradas bien hechas
conducen de la base de la poza a Ias profundidades de un túnel que se pierde en
su longitud.
El sapo de un tamaño exagerado, también
ubicado en la base dela poza, infunde temor por su presencia. Dice don Gervacio:
yo no recomiendo que personas que padecen del corazón vean este sapo, porque se
les puede parar la aguja del reloj.
Las personas que narran estas leyendas,
aducen que lo relacionado con el pleito de los dos toros, fue contado por sus
ancestros quienes aseguraban que los viernes santos, un toro proveniente de
Totogalpa y otro de Yalagüina, peleaban a partir de las once de la noche y el
pleito finalizaba cuando cantaba el gallo de algunas casas vecinas a la poza.
La gente de hace tiempo que vivió cerca de
esta poza, también cuentan las apariciones del duende "Miguelito".
Decían que un hombrecito de La Muta se metió un viernes santo a bañarse en Ia
poza y no volvió a salir de la poza, se lo tragó, con el tiempo vieron que en
luna llena aparecía en los paredones un hombrecito vestido de rojo y al caminar
los talones de sus pies hacia delante y los dedos hacia atrás, hablaba y decía
que era Miguelito, con la salvedad que este duendecito no le hacía daño a
nadie.
Reitero que el ambiente que rodea a esta
poza es bastante boscoso . Los ahogados y los misterios que se le atribuyen
producen temor, incluso a los pobladores de estas comunidades, sin embargo,
usted puede satisfacer su curiosidad visitándola, pero no vaya solo 0 sola,
porque es muy riesgoso.
El Prof. Lito Rivas, bañista originario de
Somoto, asegura que él se metió a la poza y sintió que un remolino lo jalaba
hacia abajo, ante esta situación optó por alejarse del lugar. Lito aduce que a
lo mejor, los ahogados en esta poza, no sabían bañar y el remolino los jalé y
por eso se ahogaron.
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