La
extensión de esta poza es de apenas 5 metros cuadrados, en forma de embudo a
simple vista; aparentemente sus aguas son inofensivas, pero las personas que
misteriosamente han perdido sus vidas en ellas, expresan todo lo contrario.
Un
ambiente paradisíaco rodea la poza de La Muta, conformado por altos árboles de
pochote, flor blanca, genízaro y Ceiba, con grandes peñascos que le sirven de
paredes a su alrededor.
Una
curiosidad de la poza son las gradas existentes en sus paredones, tan bien
formadas que se supone fueron labradas por los aborígenes, habitantes en épocas
remotas de esos lugares. Basta zambullírse al pie del chorro para comprobar la
existencia de estas grasas.
Las
aguas de esta poza provienen de otra conocida como La Mutilla, distante apenas
a unos 20 metros de la poza embrujada. Son muy frías y al caer de los peñascos
producen un ruido sobrecogedor, que se nos antoja semejante al de los lamentos
de ánimas en el purgatorio.
El visitante que llega por primera vez, experimenta
una sensación de miedo, que se aumenta con solo ver de frente la cruz de
cemento del infortunado joven Beymer Sánchez, ahogado en las aguas de la poza
el Sábado de Ramos del año 2003. Este ahogamiento se produjo en forma
misteriosa, porque la poza en ese período sólo tenía una extensión de dos
metros, en forma de media luna, con la salvedad de que su profundidad se
centraba en un hoyo al pie del chorro fatídico. (Tomado del texto original del profesor Manuel Guzman Centeno, a quien agradezco por permitirme publicar sus investigaciones)
Yo visite esa posa y da horror
ResponderBorrarEsa posa esta ubicada en Totogalpa, en el mapa del municipio podemos apreciar su h ubicación a algunos metros del casco urbano
ResponderBorrarNuncae dio por conocer ahi da miedo
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