El 2 de septiembre de 1927, en el Cuartel General de El
Chipote, Las Segovias, el general Sandino da a conocer el documento titulado
"Pauta para la organización del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
de Nicaragua". La consigna es "Patria y libertad". Al EDSNN
pueden unirse latinoamericanos dispuestos dar su sangre por la libertad de
Nicaragua. Firman el general Sandino, en su calidad de Jefe Supremo de la
Revolución, es ratificado por todos los jefes y oficiales.
Pronto se le unirán, entre otros, Agustín Farabundo Martí,
Juan Pablo Umanzor y su hermano Eustaquio, José María Girón Ruano, Marcial
Salas, José Paredes, Carlos Manuel Aponte, Esteban Pavletich, Rubén Ardila
Gómez, Gregorio Urbano Gilbert, Alfonso Alexander, Marcial Salas, Simón
González, José León Díaz, algunos desde el inicio de la lucha. Junto con los
nicaragüenses, se va conformando una jefatura militarmente más capaz y
disciplinada.
Ante el aumento de la tropa, el general Sandino, ordena una emboscada
para conseguir armas, municiones y avituallamiento. Se seleccionan alrededor de
100 hombres, entre ellos varios del "Coro de Ángeles", se incluye a
Santos López. Salen divididos en tres pelotones, al mando de los generales Juan
Gregorio Colindres, Simón González y mayor Marcial Salas. Después de una
agotadora jornada llegan a un sitio llamado Las Conchitas próximo a Quilalí. El
1 de noviembre de 1927, se da la emboscada contra la caravana de unos 300
marinos y conservadores cargados de provisiones y armas. En medio del ruido de
disparos y estallar de bombas, "se oía el del machete al chocar contra los
huesos de los yankees".
La tropa de ocupación norteamericana, retrocedió en dirección
a El Jicaro. Fue la primera victoria sandinista de mayor magnitud. Se recuperó
gran cantidad de armamento y provisiones que sirvieron para que el grupo de los
generales Pedro Altamirano e Ismael Peralta montaran la emboscada de Las
Trincheras. Igual que el general Juan Gregorio Colindres en Buena Vista. El
espionaje sandinista informa que vienen tropas en dirección a Las Cruces. Se
monta la emboscada. Participa Santos López. El 1 de enero de 1928 se da el
combate, entre las bajas de los marinos está el capitán USMC Thomas Bruce.
Recuperan armas municiones y provisiones.
Aviones de las tropas intervencionistas norteamericanas,
logran descubrir el Cuartel General de El Chipote. Desde el 23 de noviembre de
1927 iniciaron el bombardeo. En los primeros días de enero, en uno de los
ataques aéreos, resultó herida Teresa Villatoro. Se supo que los marinos
estaban construyendo una pista de aterrizaje en Apali, cerca de Santa Clara. El
general Sandino envió una tropa en la que iban como jefes Juan Gregorio Colindres,
Simón González, ismael Peralta y Ramón Raudales. Participan varios del
"Coro de Angeles". De nuevo sobresale Santos López. Recuperaron 33
Springfield, 2 Browning, 3 ametralladoras Thompson, 2 morteros, bombas de mano
y 15,o00 tiros de todo calibre. Variedad de provisiones, hasta piernas de
jamón.
Para mediados de enero de 1928 la situación en El Chipote es
insoportable. Los ataques aéreos han causado destrucción y muerte, no hay
provisiones, ni refugios seguros. Las fuerzas norteamericanas de ocupación han
traido modernos aviones biplanos De Havilland, Curtis Falcons, Fokker trimotores,
Corsairs con ametralladoras giratorias Lewis, ametralladora 7.62 calibre 30,
más bombas de 300 libras. También bombarderos anfibios Loening.
Cuenta Santos López que el general Sandino los reunió e
instruyó para que hicieran muñecos de zacate y los pusieran en los sitios más
visibles, también que prendieran fogatas. Quedaron pocos en el Cuartel General,
entre ellos Santos López, que se reponía de una herida de bala. Lograron evadir
el cerco montado por las tropas de ocupación. Pasaron días comiendo solo
semillas de ojoche. El 26 de enero es tomado El Chipote, encontrando los
intervencionistas norteamericanos únicamente muñecos de zacate.
Santos López participa en una serie de combates. Además de
los marinos norteamericanos, luchaban contra la tropa del gobierno. El
guerrillero de 14, años, se forja entre privaciones y peligros. En sus memorias
dice: "Nosotros cada día peleábamos con mas ardor, la dureza de la lucha, la
austeridad de nuestra vida llena de escasez, el martirio de los campesinos nos
daban más conciencia de la importancia de nuestra lucha". Para entonces
era el capitán más joven del EDSNN.
Santos López combatió bajo el mando de algunos de los más heroicos
generales sandinistas. Durante la estadía del general Sandino en México, se
subordinó a los 16 años al general Miguel Angel Ortez y Guillén. Participó en
los ataques y emboscadas a Télica y Achuapa, en León, en los meses de noviembre
y diciembre de 1930. El 17 de enero de 1931 atacan la guarnición de Somoto. El
14 de mayo se da el ataque a Palacagüina, en el que perece el general Ortez y
Guillén. Santos López combate también en la tropa del general de origen
hondureño, Juan Pablo Umanzor. Participa el 26 de noviembre en el combate de
Santa Isabelia, León.
El 12 de diciembre de 1931, el general Sandino envía una
carta dirigida al general Umanzor y al coronel Santos López, es el más joven,
de 17 años, en tener este grado en el EDSNN. Bajo el mando de los generales
Juan Gregorio Colindres y Umanzor, atacan y toman Chichigalpa, el 22 de
noviembre de 1931. Libran un fuerte combate sobre la línea férrea al Sauce, el
26 de diciembre de 1932. En febrero de 1934, salvaría su vida, después del
asesinato del general Sandino, escapando desde Managua, siguiendo la línea férrea
hacia occidente. Para inicios de 1934, Santos López, además de coronel, es
miembro del Estado Mayor del EDSNN. Apenas ha cumplido 19 años. Es muy
apreciado entre la tropa, goza de la plena confianza del general Sandino. Ha
sido herido varias veces, una bala le atravesó la nuca. Entre los combates en
los que más se distinguió figuran: Yucapuca, Cubalcanes, El Jicaro, Telpaneca.
Después de firmada la paz, el 2 de febrero de 1933, las
provocaciones por parte de la Guardia Nacional son frecuentes, asesinan a
combatientes sandinistas desmovilizados. El presidente Juan Bautista Sacasa
Sacasa no controla al Jefe Director de la Guardia Nacional, general Anastasio
Somoza García. El 16 de febrero sale el general Sandino hacia Managua en
compañía de los generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, los coroneles
Santos López, Sócrates Sandino Tiffer y Juan Ferreti.
Se alojan en Managua en casa del profesor Sofonías Salvatierra,
Ministro de Agricultura y del Trabajo del Presidente Sacasa Sacasa. Al
atardecer del dia 21 de febrero, el general Sandino, en compañia de su padre
don Gregorio y los generales Estrada y Umanzor se dirige al palacio
presidencial, en la Loma de Tiscapa. Ferreti ha salido de paseo por la ciudad.
En la casa solo quedan los coroneles Sandino Tiffer y López, Rolando Murillo
casado con Celina, hija del profesor Salvatierra y el niño Juan Ramón López. La
casa, situada media cuadra abajo de la iglesia El Calvario, es atacada por
guardias nacionales al mando de los oficiales Policarpo "El Coto"
Gutiérrez y Federico Davidson Blanco.
El coronel Santos López, dormía igual que en la montaña,
vestido y con sus botas puestas, y el arma al alcance de la mano. Comenzó a
disparar de inmediato, herido en una pierna, consideró que no podía repeler el
ataque. Los numerosos disparos provocan la muerte de Sócrates y del niño,
Murillo fue gravemente herido y falleció a los pocos días. El coronel escapó
entre los solares que estaban detrás de la casa y se dirigió en dirección al
lago de Managua.
Recordó que cuando sus incursiones armadas a León y Chinandega,
supo que el tren venía desde Managua hasta llegar a Corinto, con un ramal al
Sauce. Desde la noche del día 21 comenzó a caminar siguiendo la vía férrea.
Ocultándose en el día, pasando hambre y sed. Ignorante del asesinato de los
generales Sandino Estrada, Umanzor y del coronel Sandino Tiffer. Con grandes dificultades
logró llegar a territorio hondureño.
La experiencia de la lucha guerrillera, haber combatido
descalzo y semi desnudo, llorando a causa del frio, enfrentando peligros en los
combates, las heridas y enfermedades, forjaron en Santos López, el carácter, el
vigor, la tenacidad que le permitió sobrevivir la trágica noche del 21 de
febrero de 1934. No había cumplido los veinte años, cuando una gran distancia
de experiencias lo se paraba del niño de Yalagüina que en 1926 se unió a la
tropa general Augusto C. Sandino.
Tomado de: NICARAGUA, ASAMBLEA NACIONAL.
Sandino y el niño de Yalagüina/ coordinador Ramón Eduardo Cabrales
Arauz, Managua: Asamblea Nacional, 2014, 102 P.
Páginas de 13-17
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