miércoles, 3 de octubre de 2018

Santos López y El Ejército Defensor de lo Soberanía Nacional de Nicaragua


El 2 de septiembre de 1927, en el Cuartel General de El Chipote, Las Segovias, el general Sandino da a conocer el documento titulado "Pauta para la organización del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua". La consigna es "Patria y libertad". Al EDSNN pueden unirse latinoamericanos dispuestos dar su sangre por la libertad de Nicaragua. Firman el general Sandino, en su calidad de Jefe Supremo de la Revolución, es ratificado por todos los jefes y oficiales.


Pronto se le unirán, entre otros, Agustín Farabundo Martí, Juan Pablo Umanzor y su hermano Eustaquio, José María Girón Ruano, Marcial Salas, José Paredes, Carlos Manuel Aponte, Esteban Pavletich, Rubén Ardila Gómez, Gregorio Urbano Gilbert, Alfonso Alexander, Marcial Salas, Simón González, José León Díaz, algunos desde el inicio de la lucha. Junto con los nicaragüenses, se va conformando una jefatura militarmente más capaz y disciplinada.

Ante el aumento de la tropa, el general Sandino, ordena una emboscada para conseguir armas, municiones y avituallamiento. Se seleccionan alrededor de 100 hombres, entre ellos varios del "Coro de Ángeles", se incluye a Santos López. Salen divididos en tres pelotones, al mando de los generales Juan Gregorio Colindres, Simón González y mayor Marcial Salas. Después de una agotadora jornada llegan a un sitio llamado Las Conchitas próximo a Quilalí. El 1 de noviembre de 1927, se da la emboscada contra la caravana de unos 300 marinos y conservadores cargados de provisiones y armas. En medio del ruido de disparos y estallar de bombas, "se oía el del machete al chocar contra los huesos de los yankees".

La tropa de ocupación norteamericana, retrocedió en dirección a El Jicaro. Fue la primera victoria sandinista de mayor magnitud. Se recuperó gran cantidad de armamento y provisiones que sirvieron para que el grupo de los generales Pedro Altamirano e Ismael Peralta montaran la emboscada de Las Trincheras. Igual que el general Juan Gregorio Colindres en Buena Vista. El espionaje sandinista informa que vienen tropas en dirección a Las Cruces. Se monta la emboscada. Participa Santos López. El 1 de enero de 1928 se da el combate, entre las bajas de los marinos está el capitán USMC Thomas Bruce. Recuperan armas municiones y provisiones.

Aviones de las tropas intervencionistas norteamericanas, logran descubrir el Cuartel General de El Chipote. Desde el 23 de noviembre de 1927 iniciaron el bombardeo. En los primeros días de enero, en uno de los ataques aéreos, resultó herida Teresa Villatoro. Se supo que los marinos estaban construyendo una pista de aterrizaje en Apali, cerca de Santa Clara. El general Sandino envió una tropa en la que iban como jefes Juan Gregorio Colindres, Simón González, ismael Peralta y Ramón Raudales. Participan varios del "Coro de Angeles". De nuevo sobresale Santos López. Recuperaron 33 Springfield, 2 Browning, 3 ametralladoras Thompson, 2 morteros, bombas de mano y 15,o00 tiros de todo calibre. Variedad de provisiones, hasta piernas de jamón.

Para mediados de enero de 1928 la situación en El Chipote es insoportable. Los ataques aéreos han causado destrucción y muerte, no hay provisiones, ni refugios seguros. Las fuerzas norteamericanas de ocupación han traido modernos aviones biplanos De Havilland, Curtis Falcons, Fokker trimotores, Corsairs con ametralladoras giratorias Lewis, ametralladora 7.62 calibre 30, más bombas de 300 libras. También bombarderos anfibios Loening.

Cuenta Santos López que el general Sandino los reunió e instruyó para que hicieran muñecos de zacate y los pusieran en los sitios más visibles, también que prendieran fogatas. Quedaron pocos en el Cuartel General, entre ellos Santos López, que se reponía de una herida de bala. Lograron evadir el cerco montado por las tropas de ocupación. Pasaron días comiendo solo semillas de ojoche. El 26 de enero es tomado El Chipote, encontrando los intervencionistas norteamericanos únicamente muñecos de zacate.

Santos López participa en una serie de combates. Además de los marinos norteamericanos, luchaban contra la tropa del gobierno. El guerrillero de 14, años, se forja entre privaciones y peligros. En sus memorias dice: "Nosotros cada día peleábamos con mas ardor, la dureza de la lucha, la austeridad de nuestra vida llena de escasez, el martirio de los campesinos nos daban más conciencia de la importancia de nuestra lucha". Para entonces era el capitán más joven del EDSNN.

Santos López combatió bajo el mando de algunos de los más heroicos generales sandinistas. Durante la estadía del general Sandino en México, se subordinó a los 16 años al general Miguel Angel Ortez y Guillén. Participó en los ataques y emboscadas a Télica y Achuapa, en León, en los meses de noviembre y diciembre de 1930. El 17 de enero de 1931 atacan la guarnición de Somoto. El 14 de mayo se da el ataque a Palacagüina, en el que perece el general Ortez y Guillén. Santos López combate también en la tropa del general de origen hondureño, Juan Pablo Umanzor. Participa el 26 de noviembre en el combate de Santa Isabelia, León.

El 12 de diciembre de 1931, el general Sandino envía una carta dirigida al general Umanzor y al coronel Santos López, es el más joven, de 17 años, en tener este grado en el EDSNN. Bajo el mando de los generales Juan Gregorio Colindres y Umanzor, atacan y toman Chichigalpa, el 22 de noviembre de 1931. Libran un fuerte combate sobre la línea férrea al Sauce, el 26 de diciembre de 1932. En febrero de 1934, salvaría su vida, después del asesinato del general Sandino, escapando desde Managua, siguiendo la línea férrea hacia occidente. Para inicios de 1934, Santos López, además de coronel, es miembro del Estado Mayor del EDSNN. Apenas ha cumplido 19 años. Es muy apreciado entre la tropa, goza de la plena confianza del general Sandino. Ha sido herido varias veces, una bala le atravesó la nuca. Entre los combates en los que más se distinguió figuran: Yucapuca, Cubalcanes, El Jicaro, Telpaneca.

Después de firmada la paz, el 2 de febrero de 1933, las provocaciones por parte de la Guardia Nacional son frecuentes, asesinan a combatientes sandinistas desmovilizados. El presidente Juan Bautista Sacasa Sacasa no controla al Jefe Director de la Guardia Nacional, general Anastasio Somoza García. El 16 de febrero sale el general Sandino hacia Managua en compañía de los generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor, los coroneles Santos López, Sócrates Sandino Tiffer y Juan Ferreti.

Se alojan en Managua en casa del profesor Sofonías Salvatierra, Ministro de Agricultura y del Trabajo del Presidente Sacasa Sacasa. Al atardecer del dia 21 de febrero, el general Sandino, en compañia de su padre don Gregorio y los generales Estrada y Umanzor se dirige al palacio presidencial, en la Loma de Tiscapa. Ferreti ha salido de paseo por la ciudad. En la casa solo quedan los coroneles Sandino Tiffer y López, Rolando Murillo casado con Celina, hija del profesor Salvatierra y el niño Juan Ramón López. La casa, situada media cuadra abajo de la iglesia El Calvario, es atacada por guardias nacionales al mando de los oficiales Policarpo "El Coto" Gutiérrez y Federico Davidson Blanco.

El coronel Santos López, dormía igual que en la montaña, vestido y con sus botas puestas, y el arma al alcance de la mano. Comenzó a disparar de inmediato, herido en una pierna, consideró que no podía repeler el ataque. Los numerosos disparos provocan la muerte de Sócrates y del niño, Murillo fue gravemente herido y falleció a los pocos días. El coronel escapó entre los solares que estaban detrás de la casa y se dirigió en dirección al lago de Managua.

Recordó que cuando sus incursiones armadas a León y Chinandega, supo que el tren venía desde Managua hasta llegar a Corinto, con un ramal al Sauce. Desde la noche del día 21 comenzó a caminar siguiendo la vía férrea. Ocultándose en el día, pasando hambre y sed. Ignorante del asesinato de los generales Sandino Estrada, Umanzor y del coronel Sandino Tiffer. Con grandes dificultades logró llegar a territorio hondureño.

La experiencia de la lucha guerrillera, haber combatido descalzo y semi desnudo, llorando a causa del frio, enfrentando peligros en los combates, las heridas y enfermedades, forjaron en Santos López, el carácter, el vigor, la tenacidad que le permitió sobrevivir la trágica noche del 21 de febrero de 1934. No había cumplido los veinte años, cuando una gran distancia de experiencias lo se paraba del niño de Yalagüina que en 1926 se unió a la tropa general Augusto C. Sandino.

Tomado de: NICARAGUA, ASAMBLEA NACIONAL.
Sandino y el niño de Yalagüina/ coordinador Ramón Eduardo Cabrales Arauz, Managua: Asamblea Nacional, 2014, 102 P.
Páginas de 13-17

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