Espanto del Finado Roque

Roque González se crió con su papá, Santos González.
Durante su adolescencia tuvo de novia a Victoria Gómez, familiar muy cercana del coronel Santos López. A la mamá de Victoria, le conoció en Yalagüina con el nombre de Chirina.
El papá de Roque no estuvo de acuerdo con el noviazgo (jalencia) de su hijo con esta joven.
Debido a esto el 22 de marzo de 1962, Roque tomó la decisión de vigiarla ese día en el río del pueblo y le pidió que huyeran. Ante la negativa de Victoria, Roque desenfundó una pistola que andaba y le propinó a su novia dos balazos en los costados, muriendo de inmediato. Al ver Roque que Victoria había muerto, él se hizo un disparo en la sien, muriendo también de inmediato.
Después del entierro, el alma de Roque supuestamente empezó a salir en las noches. Algunos curiosos decían verlo cuando él se metía por un zaguán, precisamente donde vive actualmente doña Cristina Rugama.
Curiosos (testigos) de Yalagüina, que vieron al finado Roque introducirse donde vivía: Pablo Pérez, Santos Pérez, Candelario Calderón, Rutilio Guzmán, Domingo Gómez.
EI espanto empezaba su recorrido a las 10 de la noche desde la entrada del pueblo a la que fue su casa. Las condiciones de aquellos tiempos eran favorables, porque no había luz eléctrica. Todas las personas se acostaban temprano. El espanto dejó de salir con el tiempo, después que el padre Barroso (de origen español) roció varias veces con agua bendita el lugar. 
Fuente bibliográfica: Revista Zonzapote. Edición 49. Año 2020.


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